Bio
Nacido en Villa Devoto, Buenos Aires, comencé mi caprichosa carrera artística con distintas herramientas. Fotografiaba con la Kodak 110 de mis viejos, dibujaba en MS Paint, hacía radio en la Grabadora de Windows, diseñaba entrevistas en Powerpoint. Me divertía inventar, hacer reír a los demás y por sobre todo hacer absurdamente sofisticado a todo lo que me rodeaba.
De adolescente para nada rebelde, abandoné algunas aficiones, viré casi por completo a diseñar posters y escribir historias cortas, componer canciones. Siempre tuve problemas para imaginar quién quería ser de grande. Primero taxista, luego astronauta, veterinario… algunos quisieron aprovechar mi ridículo para la actuación. Ni una sóla vez me tomé en serio las artes visuales, el diseño, la fotografía…
Cuando se acabó la secundaria, nunca estuve tan perdido. Seis meses de Ingeniería en Sistemas me brindaron una de las más grandes enseñanzas: Que hay que saber muy bien lo que uno es incapaz de hacer. Y en esa tragedia y por accidente logré mirar hacia adentro, abrir la cabeza y descubrir que las artes tienen a personas que las piensan, estudian, critican; y que yo podía ser una de esas personas.
Pero me metí en Diseño Gráfico. Que no es arte.
Aprendí el tortuoso camino de racionalizar lo visual en sus distintas variantes, pero por sobre todo aprendí que esa era la vida que buscaba de chico, la de pensar y crear imágenes.
Desde entonces me dedico a la Fotografía y el Diseño Gráfico, concretamente el arte del Retrato y el diseño de afiches, de forma profesional tanto en Buenos Aires como en distintas partes del mundo.